Sobre mí

No prometo likes, prometo impacto.
No hago marketing para gustar, hago marketing para que te elijan.

Aquí solo hay un 1% de mi trabajo...

¿Quien soy?

Estás aquí. Sí, tú… la que tropieza con esta página como quien abre una puerta sin saber exactamente qué busca, pero sabiendo que le falta algo. Y yo también estoy aquí. Y no por casualidad. Estoy aquí porque me cansé de mirar la vida desde una esquina, de intentar encajar en sistemas que no hablaban mi idioma ni sabían traducir mi caos. Sé que al principio te sientes perdida, pero pronto empiezas a dibujar un mapa de tu mundo, trazando los contornos de tu vida. Y como los primeros exploradores, tarde o temprano tienes que enfrentarte a los espacios en blanco del mapa. Todas esas experiencias que nunca has vivido. Esa parte de ti que aún duele y que te lleva a las ansias de querer saber qué hay allá afuera. Con el tiempo, esas preguntas adquieren su propio peso y empiezan a cernirse sobre tu vida cotidiana: Todos los miles de millones de puertas que tuviste que cerrar solo para dar un paso hacia adelante. Todas las cosas que no has hecho y que tal vez nunca llegues a hacer; todos los riesgos que tal vez eran reales… o tal vez no; todos los destinos a los que no compraste un billete; todas las luces que ves a lo lejos y que solo puedes imaginar una narrativa creada en tu cabeza; todas las historias alternativas que estuviste a punto de vivir; todas las fantasías que permanecen dormidas en tu cabeza; todo lo que estás renunciando por estar justo donde estás ahora; todas esas preguntas que equivocadamente asumes que no tienen respuesta. Es extraño lo poco del universo que realmente llegamos a ver. Extraño cuántas suposiciones tenemos que hacer solo para seguir adelante, atrapados en un solo cuerpo, en un solo lugar a la vez. Extraño la cantidad de excusas que hemos inventado para justificar por qué gran parte de la vida queda relegada al fondo. Extraño que cualquiera de nosotros pueda sentirse alguna vez en casa en un mundo tan ajeno

Me formé en dos carreras, crucé un océano, tuve una familia, lo perdí todo, volví a empezar, me equivoqué, acerté, lloré, construí imperios con mis manos, abrí negocios, cerré capítulos, me partí en mil pedazos… y en cada una de esas versiones de mí, aprendí a escuchar el chillido angustiante de lo que no podía callar: La necesidad de crear, de sanar, de ordenar el desorden de otros, mientras ordenaba el mío. A veces pienso que vine a este mundo a hacer de puente: entre el caos y la estrategia, entre el talento y la visibilidad, entre la intuición y el marketing. No estoy aquí para prometerte fórmulas mágicas. Estoy aquí para mirarte sin filtros, ver lo que tú no ves aún y ayudarte a sacarlo a la luz con toda la belleza y la fuerza que mereces. Porque si quieres dejar marca…¡La vas dejar!

Porque sé lo que duele sentirse invisible. Sé lo que quema la autoexigencia cuando no sabes por dónde empezar. Y sobre todo, sé lo que significa callarse ideas por miedo a no saber cómo hacerlas realidad. Así que me volví arquitecta de presencias digitales con alma, corazón y fuerza. Y cuando me preguntan qué hago, les digo esto: Escucho, traduzco, diseño, acompaño y empujo con una realidad brutal. Y para esto solo necesito sentirte tú sin filtros y totalmente imperfect@. Estoy aquí porque no puedo evitarlo. Porque hay algo profundamente humano en ayudar a otros a mostrarse, a vender sin venderse, a compartir sin disfraz, a brillar sin quemar. Y si estás aquí, es porque dentro de ti hay una voz susurrándote que es hora de salir al mundo, pero no sola. Aquí no se viene a vender por obligación. Aquí se viene a construir algo tan tuyo que cuando lo veas digas: ¡Por fin! ¡Ahí estoy yo. ¡Esa soy yo! Y si me preguntas en mi lecho de muerte cómo fue vivir aquí en la Tierra…te diría que fue crear todo esto contigo. Dejar el mayor legado a mis hijos y sonreír mientras pienso ¡Lo he logrado! Y eso churri, ya hizo que todo valiera la pena. ¡Gracias por leerme, gracias por estar, gracias por conectar!

Vamos a hacerlo, sin más y con intención